Real Madrid Vs. Deportivo
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Lass evita la decepción
As.com
El Real Madrid inició su nueva era con una complicada victoria contra un buen Deportivo. El juego no estuvo a la altura de las expectativas y tuvo que ser Lass quien convirtiera el gol del triunfo cuando más enredado estaba el partido para el equipo de Manuel Pellegrini, que dejó detalles interesantes, pero no logró la continuidad en el juego ni la brillantez que se espera de este conjunto.
ÓSCAR GARCÍA 29/08/2009
El Real Madrid respondió con dificultades al reto, a la fabulosa expectación que ha despertado este grandioso proyecto. Le faltó continuidad en el juego, pero ya se sabe que la inspiración de los genios es discontinua, pero exhibió pegada, lo que ya no es noticia, ni lo será en todo el curso, y demostró una voracidad ofensiva que puede llegar a intimidar. El Madrid salió muy motivado, revolucionado y hasta excitado. Pero más que mostrar, este Madrid insinuó. Y lo que insinúa es mucho y sólo puede invitar al optimismo y a la ilusión. También hubo despistes en defensa, como el que permitió el gol de Riki o el que facilitó una ocasión que Valerón no acertó a convertir. Pero ya se sabe, nadie es perfecto. Lo que parece claro es que hasta que Manuel Pellegrini logre ajustar todas las piezas de la máquina, los partidos del Madrid serán un espectáculo descontrolado. La inspiración en ataque se contrarresta con los errores defensivos.
Y dicho todo esto, 250 millones de euros después, el primer gol del Real Madrid en la Liga lo convirtió Raúl. Hay cosas que nunca cambian y el capitán lo sabe mejor que nadie. Aprovechó el primer partido del campeonato para presentar los argumentos que justifiquen su titularidad, argumentos de peso sin duda, y para dejarnos en mal lugar a los que pedimos su salida de la alineación en beneficio de Granero, y en beneficio del equipo, que ganaría en equilibrio e ideas. En definitiva, en fútbol. No nos convence, el Madrid sería mejor equipo con Granero.
Como será un bloque más sólido cuando el sancionado Pepe recupere su sitio en el centro de la defensa, compuesto esta vez por los dubitativos Albiol y Garay, y cuando Sergio Ramos aparezca en el lateral derecho. Con este sistema de Pellegrini, en el que se renuncia a los extremos, la aportación de los laterales es fundamental, sus apariciones en ataque son básicas. Pero no basta con subir la banda y aparecer, hay que centrar con criterio. Y eso le faltó esta vez al Madrid.
Tiene riesgos esta renuncia de Pellegrini a los extremos. Durante muchos minutos el juego de ataque del Madrid termina en un embudo, en un embotellamiento en el que se malgastan demasiados recursos, demasiado talento, y facilita el trabajo de la defensa rival. De ahí la impresión de que este conjunto ganaría en equilibrio con un centrocampista más que colaborase con Lass y Xabi Alonso, dos hombres que rinden siempre a un nivel notable. Contra el Deportivo no fue una excepción y Lass dejó un nuevo detalle de lo importantes que son las llegadas de los mediocentros desde atrás. Cuando el partido parecía más enredado para el Madrid, y después de que Valerón hubiera fallado una ocasión inmejorable, Lass decidió el encuentro con un tiro seco, raso y ajustado desde el borde del área.
Entre los nuevos, Kaká fue quien más brilló y eso ya no extraña. Tiene tanto talento el brasileño, que parece moverse en un nivel superior al resto. Suya fue la primera ocasión del choque, cuando no se había consumido el primer minuto de juego, y avisó a los 20 con un tiro de rosca que buscaba la escuadra de Aranzubia. Repitió esta suerte en la segunda parte y muchas más veces lo hará durante el campeonato.
La genialidad de Kaká volvió a relucir poco después, cuando un pase fenomenal, con caño incluido, lo aprovechó Benzema para rematar al poste. El balón fue a caer en las botas de Raúl, situado donde debía, quien marcó a puerta vacía. El primer gol de la Liga.
La superioridad que había demostrado el Madrid en el juego apenas tuvo continuidad en el marcador. A la media hora Riki empató de cabeza, en una acción ensayada y muy mal defendida por el Madrid. El gran pase de Juca no acertaron a despejarlo ni el despistado Albiol ni el indeciso Casillas, que no se atrevió a salir. El recuerdo de épocas recientes recorrió el Bernabéu, que recobró la calma y la confianza cuando Lass conectó con Raúl y Aranzubia derribó al capitán. Penalti claro y gol de Cristiano desde los once metros. Raúl ya había participado en los dos primeros tantos de su equipo en la Liga. El portugués sólo dejó chispazos aislados, demasiado poco para lo que se espera de él.
Pero la calma desapareció con el comienzo de la segunda parte, cuando surgió la figura de Valerón para igualar de nuevo. Un grande Valerón, que se asoció a Filipe Luis y Guardado para firmar algunas de las combinaciones con más sentido de la noche y asustar a un Madrid que no encontraba su sitio y siguió sin encontrarlo en todo el segundo tiempo. Con Juan Rodríguez y Juca sosteniendo al equipo en el centro, Guardado y, en especial, Valerón crearon y provocaron el pánico del público que acudió al Bernabéu, que apenas pudo disfrutar con su equipo.
Valerón malgastó una gran ocasión a puerta vacía y a falta de media hora para el cierre Lass deshizo el nudo, con el tiro ya contado desde fuera del área. Lejos de ganar en tranquilidad con la ventaja en el marcador, el Madrid vivió el resto del partido entre nervios, dudas y acabó defendiendo el resultado, agotado físicamente. No mejoró el juego con la entrada de Granero, Higuaín y Guti y el choque se fue consumiendo entre la decepción por lo visto y la ilusión por lo que se intuye que se va a ver.
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Lass evita la decepción
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El Real Madrid inició su nueva era con una complicada victoria contra un buen Deportivo. El juego no estuvo a la altura de las expectativas y tuvo que ser Lass quien convirtiera el gol del triunfo cuando más enredado estaba el partido para el equipo de Manuel Pellegrini, que dejó detalles interesantes, pero no logró la continuidad en el juego ni la brillantez que se espera de este conjunto.
ÓSCAR GARCÍA 29/08/2009
El Real Madrid respondió con dificultades al reto, a la fabulosa expectación que ha despertado este grandioso proyecto. Le faltó continuidad en el juego, pero ya se sabe que la inspiración de los genios es discontinua, pero exhibió pegada, lo que ya no es noticia, ni lo será en todo el curso, y demostró una voracidad ofensiva que puede llegar a intimidar. El Madrid salió muy motivado, revolucionado y hasta excitado. Pero más que mostrar, este Madrid insinuó. Y lo que insinúa es mucho y sólo puede invitar al optimismo y a la ilusión. También hubo despistes en defensa, como el que permitió el gol de Riki o el que facilitó una ocasión que Valerón no acertó a convertir. Pero ya se sabe, nadie es perfecto. Lo que parece claro es que hasta que Manuel Pellegrini logre ajustar todas las piezas de la máquina, los partidos del Madrid serán un espectáculo descontrolado. La inspiración en ataque se contrarresta con los errores defensivos.
Y dicho todo esto, 250 millones de euros después, el primer gol del Real Madrid en la Liga lo convirtió Raúl. Hay cosas que nunca cambian y el capitán lo sabe mejor que nadie. Aprovechó el primer partido del campeonato para presentar los argumentos que justifiquen su titularidad, argumentos de peso sin duda, y para dejarnos en mal lugar a los que pedimos su salida de la alineación en beneficio de Granero, y en beneficio del equipo, que ganaría en equilibrio e ideas. En definitiva, en fútbol. No nos convence, el Madrid sería mejor equipo con Granero.
Como será un bloque más sólido cuando el sancionado Pepe recupere su sitio en el centro de la defensa, compuesto esta vez por los dubitativos Albiol y Garay, y cuando Sergio Ramos aparezca en el lateral derecho. Con este sistema de Pellegrini, en el que se renuncia a los extremos, la aportación de los laterales es fundamental, sus apariciones en ataque son básicas. Pero no basta con subir la banda y aparecer, hay que centrar con criterio. Y eso le faltó esta vez al Madrid.
Tiene riesgos esta renuncia de Pellegrini a los extremos. Durante muchos minutos el juego de ataque del Madrid termina en un embudo, en un embotellamiento en el que se malgastan demasiados recursos, demasiado talento, y facilita el trabajo de la defensa rival. De ahí la impresión de que este conjunto ganaría en equilibrio con un centrocampista más que colaborase con Lass y Xabi Alonso, dos hombres que rinden siempre a un nivel notable. Contra el Deportivo no fue una excepción y Lass dejó un nuevo detalle de lo importantes que son las llegadas de los mediocentros desde atrás. Cuando el partido parecía más enredado para el Madrid, y después de que Valerón hubiera fallado una ocasión inmejorable, Lass decidió el encuentro con un tiro seco, raso y ajustado desde el borde del área.
Entre los nuevos, Kaká fue quien más brilló y eso ya no extraña. Tiene tanto talento el brasileño, que parece moverse en un nivel superior al resto. Suya fue la primera ocasión del choque, cuando no se había consumido el primer minuto de juego, y avisó a los 20 con un tiro de rosca que buscaba la escuadra de Aranzubia. Repitió esta suerte en la segunda parte y muchas más veces lo hará durante el campeonato.
La genialidad de Kaká volvió a relucir poco después, cuando un pase fenomenal, con caño incluido, lo aprovechó Benzema para rematar al poste. El balón fue a caer en las botas de Raúl, situado donde debía, quien marcó a puerta vacía. El primer gol de la Liga.
La superioridad que había demostrado el Madrid en el juego apenas tuvo continuidad en el marcador. A la media hora Riki empató de cabeza, en una acción ensayada y muy mal defendida por el Madrid. El gran pase de Juca no acertaron a despejarlo ni el despistado Albiol ni el indeciso Casillas, que no se atrevió a salir. El recuerdo de épocas recientes recorrió el Bernabéu, que recobró la calma y la confianza cuando Lass conectó con Raúl y Aranzubia derribó al capitán. Penalti claro y gol de Cristiano desde los once metros. Raúl ya había participado en los dos primeros tantos de su equipo en la Liga. El portugués sólo dejó chispazos aislados, demasiado poco para lo que se espera de él.
Pero la calma desapareció con el comienzo de la segunda parte, cuando surgió la figura de Valerón para igualar de nuevo. Un grande Valerón, que se asoció a Filipe Luis y Guardado para firmar algunas de las combinaciones con más sentido de la noche y asustar a un Madrid que no encontraba su sitio y siguió sin encontrarlo en todo el segundo tiempo. Con Juan Rodríguez y Juca sosteniendo al equipo en el centro, Guardado y, en especial, Valerón crearon y provocaron el pánico del público que acudió al Bernabéu, que apenas pudo disfrutar con su equipo.
Valerón malgastó una gran ocasión a puerta vacía y a falta de media hora para el cierre Lass deshizo el nudo, con el tiro ya contado desde fuera del área. Lejos de ganar en tranquilidad con la ventaja en el marcador, el Madrid vivió el resto del partido entre nervios, dudas y acabó defendiendo el resultado, agotado físicamente. No mejoró el juego con la entrada de Granero, Higuaín y Guti y el choque se fue consumiendo entre la decepción por lo visto y la ilusión por lo que se intuye que se va a ver.
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